viernes, 29 de enero de 2010

Desconfiado y culpable

Esta mañana me subí al metro, como suelo hacer al menos una vez a la semana, en General Anaya con destino a Chabacano, para hacer unos trámites laborales. Siempre el viaje en metro deja algo para alguien que se crió en una ciudad muy pequeña: cuando no son los vendedores, es una especie de faquir que asusta a medio mundo, sobre todo a las damas; puede ser una frenada que se oye como que el metro descarrila, o bien puede ser algún peinado inusual; puede ser el amontonamiento de gente y olores varios, cuando no es la soledad de los andenes ni la lentitud en los días lluviosos. Lo de esta mañana no dejó de causarme desconfianza y a la vez hacerme sentir algo de culpa. Culpa por desconfiar.

Entre tantísimos vendedores y marchantes, vi venir a unos pocos metros a un niño descalzo. El escuincle no tendría más de 7 años, despeinado, cara y pies sucios. Repartía unos papelitos de colores a todo el mundo, a quien quisiera recibirlos y quien no (se los dejaba en alguna parte del cuerpo o de la ropa: piernas, manos, faldas, camisas, etc.). Cuando llegó a mi, recibí el papelito y leí con atención:


“A TODO EL PUEBLO MEXICANO

LES DECIMOS COMO INDÍGENAS QUE EN LA SIERRA NORTE DE PUEBLA EN VERDAD VIVIMOS EN UNA VERDADERA POBREZA.
NO QUEREMOS MOLESTARLOS CON NUESTRA PRESENCIA EN LA CIUDAD, PERO SOMOS EL RESULTADO DE UNA HISTORIA QUE UN GOBIERNO NOS ESCLAVIZÓ DURANTE QUINIENTOS AÑOS.
NO HABLAMOS EL CASTELLANO COMO USTEDES, NI PENSAMOS COMO USTEDES, NO TENEMOS ESTUDIOS, PERO TENEMOS EL DERECHO COMO CADA MEXICANO, DE VIVIR Y NO SER DISCRIMINADO.
GRACIAS AL CAMPO COMEN TODOS LOS CAPITALINOS, PERO NOSOTROS NO.
ESTO QUE ESTÁ USTED LEYENDO NOS LO ESCRIBIERON PARA QUE NOS BRINDARAN SU AYUDA.
GRACIAS POR LEER ESTE PANFLETO.
NO SOMOS RICOS, VE NUESTROS PIES.”


A simple vista, todo bien, creo. Pero por alguna razón no puedo dejar de desconfiar, bien sea por aquellas clases de “Análisis del Discurso” de la profesora Azzoni , por una fea condición personal, particular, o por esa contagiosa enfermedad que dan en llamar “sensación de inseguridad”… pensándolo bien, creo que últimamente no confío en casi nada, porque (casi) todo está a la venta. Por empezar, el hecho de ver a un niño pidiendo o “trabajando” siempre hace que me pregunte quién será su “jefe”, sin que este hecho implique algo malo en mi valoración: puede ser un padre o una familia necesitada que se vale de todos sus integrantes para salir adelante. Pero tampoco puedo dejar de ver hechos como estos como el aprovechamiento de la niñez, la pobreza, lo indígena, la suciedad. Su conjugación y utilización en una efectiva acción de marketing para lograr ventas, lisa y llanamente. Por ello, ciertas construcciones me generaron duda. La utilización de “verdades” como la afirmación de la pobreza y las precarias condiciones de vida de los indígenas en México, seguida de la inmediata apelación a los 500 años de sometimiento/esclavitud, no dejó de sonarme rara.
Cuando leía el panfleto pensaba, paralelamente, en quién lo habría redactado, ya que el mismo afirmaba que sus portadores no hablaban castellano y no pensaban “como nosotros”. La aclaración de este punto por el mismo panfleto fue una espina más a mi confianza.
Finalmente, la agresividad expresada en la última frase del papelito rosado que recibí consolidó mis dudas. “Ve nuestros pies”, están sucios y descalzos.

Cuando iba en esta parte, a la misma distancia y en la misma dirección que venía el niño, vi aparecer a otro niño bastante mayor que el primero, también descalzo, recogiendo los papelitos de colores. Tomé una moneda de diez pesos (unos tres pesos argentinos) de mi bolsillo y se la di con la esperanza de estar aportando a una causa noble y no a un hijo de puta que se aprovecha de todo.

------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------
Prefiero creer en esta frase:
“y como no hay un peso para mandar a los chicos a estudiar, también los llevamos a cartonear, sino ¿con quién los vamos a dejar?”

2 comentarios:

  1. Best Slot Machines for Beginners | Gambling - drmcd
    Play some of the 경상남도 출장안마 best casino slots for beginners and experienced players online. Find out 거제 출장마사지 what the best slots for beginners and 충주 출장마사지 experienced players 사천 출장마사지 in 2021. 용인 출장마사지

    ResponderEliminar